domingo, 18 de junio de 2023

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Se oficializa lo que Morena, el espejo del viejo PRI, lo que ya venían haciendo desde hace ya un par de años: la campaña de los que el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó un tanto despectivamente “las corcholatas”, lo que antaño el Partido Revolucionario Institucional nombraba “el tapado”. 



Son seis, los “originales”: Claudia Sheinbaum, “la favorita del profesor”; los rebeldes Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, a los que veo como la corriente crítica que va a tronar a la 4T y a los proyectos maquiavélicos del Peje; así como mi vampiro favorito Adán Augusto López.  A estos hay que sumarle la participación de dos agregados que representan a esos partidillos-pingües-negocios, Gerardo Fernández Noroña del PT y el “simpático” Manuel Velasco del partido Verde. 

Ahora, por el reglamento y legislación del INE, los medios se ven en la problemática de no saber como nombrarlos, si precandidatos o candidatos. La “original” cuarta transformación, siempre “innovando” prefiere llamarlos “coordinadores de la defensa de la cuarta transformación” y dedicar sus esfuerzos —dicen ellos siguiendo las instrucciones del jefe AMLO— a defender la obra y acciones de esta dizque transformación del país. 


A propósito de nombres, la 4T se ha caracterizado por inventar títulos pomposos y muy demagógicos para los organismos oficiales, como la Secretaría para la Honestidad y la Buena Gobernanza (¡Chin!); o esa otra cosa inútil que se llamó Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, que ya ni sabemos si existe o no. Qué tal el Instituto de Salud para el Bienestar, que tronó como chinampina apenas hace unas semanas. No se queda atrás el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación…¡Chale! Por lo que no hay que extrañarnos que hoy la palabra candidato se vaya a la basura y tengamos, de golpe y porrazo, a los coordinadores de defensa de la cuarta transformación. Dijeran mis ex alumnos: “no manche profe”.



DE DULCE: Hace algunos años, se detectó que el Templo de Nuestra Señora de la Asunción con ya 242 años de edad, estaba sufriendo fuerte deterioro, lo que a futuro podría ocasionar serios daños estructurales que eventualmente harían colapsar al edificio, monumento histórico de nuestra ciudad de Acaponeta. 



Entre las cosas que notaron los investigadores y peritos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fue que los altos muros estaban formados por una roca o piedra muy porosa que poco a poco, debido a la humedad, y al paso del tiempo, estaban desgastando el exterior y dañando el interior del vetusto inmueble, por lo que se hacía necesario enjarrar aquellas bellas y altas paredes de piedra que le daban una vista preciosa a todo el conjunto. 

Ante un tema tan delicado, porque es el edificio de todos, católicos y ateos, se citó a una reunión para informar a la comunidad de esa obra. Cita a la que solo fueron unos siete u ocho interesados a los cuales se les explicó esto que aquí comento. Ya que se enjarró el enorme edificio, porque no existía otra opción, comenzaron los reclamos y la gente comenzó a desgarrarse las vestiduras y atacar a todo lo que se movía. Qué fue un grave error, decía, ocultar tras el enjarre tan bellos muros de roca. Algunos aún lo hacen. 



Es más, ya con los muros cubiertos, vino el siguiente paso que era elegir el color que iba a tener el templo, y de nueva cuenta el Señor Cura en turno, que era el Padre Enríquez, los especialistas del INAH, llevaron la paleta de colores autorizados; y los interesados volvieron a citar a la comunidad para elegir, entre todos, el color del inmueble histórico y --otra vez-- solo un puñado hicieron caso, quienes eligieron el tono que hoy tiene que es rojo oxido. 

Otra vez, los que solo gustan de criticar y señalar lo que los demás hacen, mientras ellos no mueven un dedo, se enojaron y casi amenazaron con linchar a los responsables del "enorme pecado" de pintar el templo de ese color. Hubo alguno que hasta dijo que se le estaba haciendo publicidad a la coca cola. Eso sí, cuando se les dio la oportunidad de hablar no lo hicieron. A pesar de estas actitudes, el templo parroquial sigue ahí, aunque hay que hacer notar, que la pintura de la que hablo sufre un serio deterioro y por supuesto, pintar el vetusto inmueble debe costar —como se dice— “un ojo de la cara”. 

Ojalá, que cuando se pueda o se decidan a realizar acciones para repintar el templo centenario, esos que tanto gritan y señalan con dedo flamígero lo que sí hacen los demás, se unan y ayuden a colectar fondos para tan noble fin. Veremos.


EX HACIENDA DE CHILAPA


DE MANTECA: Ahora, algo de historia de la región. Esto publicó El Eco de Nayarit en 1929.

 PLAGIARON AL ADMINISTRADOR DE LA HACIENDA DE CHILAPA

La noche del jueves último fue plagiado el Administrador de la Hacienda de Chilapa Sr. Rito Vallín, por algunos bandoleros que se presumen sean de los que cercas de por ahí merodean.

Se movilizaron fuerzas de Tepic, de esta ciudad y Tecuala a fin de hacer una buena batida, e ir en auxilio del Sr. Vallín.

Ayer se nos informó que dicho señor administrador había sido puesto en libertad por sus plagiarios. No tenemos más detalles.

La movilización de 25 soldados del 46 la noche del viernes último con el objeto antes dicho, puso en alarma al vecindario y desde luego circularon los más lanudos borregos. Uno de estos lo externó un gendarme quien dijo que “El Pillaco” avanzaba con 800 cristeros. ¡Si este guardián hoy dice que esa cantidad, en un caso dado vería miles de individuos!

Chilapa, es una comunidad localizada en el vecino municipio de Rosamorada, donde se asentaba una conocida Hacienda fundada en 1713, cuando el Rey de España Felipe VI, la vendió a Doña Francisca Ramón de Moncada por 330 monedas de oro. Ya en el siglo XX, fue esta de Chilapa, a veces asociada con Buenavista, una hacienda ganadera, perteneciente a la poderosa Casa Aguirre, cuyo propietario era Don Domingo G. Aguirre, que en su momento de mayor esplendor llegó a tener una extensión de 85 mil 569 hectáreas, abarcando los hoy municipios de Acaponeta y Rosamorada. 


PORFIRIO "EL PILLACO" MAYORQUÍN

En esos tiempos en la región estaba en pleno apogeo el conflicto cristero, que, entre otros líderes de gavillas y bandas de alzados, estaban el acaponetense Porfirio “El Pillaco” Mayorquín. Alguna investigación que hice sobre el Señor Rito Vallín, me arrojó que este era originario de la comunidad de El Motaje, municipio de Acaponeta y nació el 13 de febrero de 1891. Fue hijo de Adolfo Vallín, muy probablemente acaponetense también y nieto de Adolfo Vallín, nacido en Bilbao, España quien al parecer emigró alrededor de 1881 a Tepic y posteriormente se asentó en Rosamorada. 

Su esposa fue Dolores Peregrina Corona, pariente del General Ramón Corona. Lo que se sabe de Rito Vallín es que murió asesinado a la temprana edad de 39 años en esa misma Hacienda de Chilapa, no precisamente en este caso de secuestro, sino un par de años más tarde y todo parece indicar que se trató de una venganza cuando negó un préstamo de dinero a un habitante de la comunidad de Chilapa. El dato exacto del cual hace referencia uno de sus descendientes es que falleció después del mes de febrero de ese año, ya que se encontró un contrato de arrendamiento firmado por él en esa fecha. Hoy, la vieja hacienda de Chilapa, está en ruinas y la comunidad la usa para actividades religiosas. Espero sus comentarios, sugerencias los invito a acceder al portal PUERTA NORTE ACAPONETA https://elblogpuertanorte.blogspot.com/

 

 

 

 


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