Por Juan Fregoso La esposa de Naranjo, Sonia Ibarra, es señalada de robarse millones de la Cámara de Diputados
El candidato de Acosta Naranjo a diputado federal, Pavel Jarero se siente una estrella del celuloide. Jarero ya siente tener el triunfo en la bolsa con el apoyo de las féminas, las cuales a decir de su equipo de campaña se han volcado a su favor, prometiéndole llevarlo al Olimpo desde donde Pavel “regresará la alegría a la costa de oro y a la zona norte de Nayarit”, cuando menos así lo dijo en una gira realizada por la ciudad de Tecuala, siendo acompañado nada más y nada menos que de la señora Sonia Nohelia Ibarra, esposa del corrupto de Acosta Naranjo, la misma que se ha visto involucrada en el desvío de varios millones de pesos en la Cámara de Diputados.
Pavel grita a los cuatro vientos que en Tecuala logró reunir a mil mujeres. Y como si tuviera una varita mágica el candidato a diputado por el Primer Distrito, se comprometió a mejorar la pésima situación que priva en el norte y en todo el estado de Nayarit, con la generación de empleos, bajar proyectos para las familias y éstas tengan un mejor nivel de vida.
La gente está cansada, dijo Jarero, de los políticos tradicionales, de los políticos que luego de pedir el voto y comprometerse con la gente—con quién más, pues--, ni siquiera regresan a dar las gracias, y ustedes saben que hay políticos que entran con una mano atrás y otra adelante y después, cuando dejan el cargo, son los nuevos millonarios del pueblo. “Ai” te hablan Naranjo, “ai” te hablan Sonia, “ai” te hablan Roberto Contreras, porque han de saber que el bandido de Lupe Acosta así llegó al poder, con una mano por delante y otra por detrás y ahora es todo un potentado. Mientras que don Roberto Contreras, diputado por el XVIII distrito, ni siquiera ha tenido la gentileza de poner oficinas de gestoría para atender a la ciudadanía, luego entonces, conque autoridad moral emite esta clase de juicios, señor Jarero.
Pero en el límite del cinismo, este “gran” político salido del laboratorio del “chuchismo”, en un hecho insólito se compara con la figura legendaria del Prieto Crispín, hombre íntegro que sí luchó—sin buscar ningún cargo político—por los hombres el campo, al grado de que lo asesinaron. Jarero estará dispuesto al sacrificio, a ofrendar su vida como lo hizo el Prieto Crispín, a quien agarró como bandera para seducir a los campesinos, por supuesto que no, porque él también quiere acceder al poder para hincharse de billetes, es un demagogo nato, dice un amplio sector de las masas populares, esas que realmente sufren, que no tienen ni para comer frijoles con tortillas.
Lo cierto, es que Pavel Jarero sabe explotar la vanidad de las mujeres y la ignorancia de los jóvenes a quienes les promete gestionar la Casa del Estudiante, y a los campesinos sacarlos del atraso en que viven, cuando el propio Jarero sabe que nada de esto hará, si llegara a diputado, a menos que traiga una “varita mágica” para acabar con toda esta problemática, pero lo que este politiquillo de quinta promete es una labor de Sísifo, esto es, imposible de cumplir.
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