Por: Francisco Piña Herrera.
La transparencia gubernamental es obligación de los servidores públicos en el ejercicio de sus funciones, y es un derecho de los ciudadanos tener acceso a la información.Pero en la práctica los obligados se aferran a los datos y montos ejercidos "en beneficio de los ciudadanos". Y los del derecho se conforman con lo que se da o se filtra por cualquier medio.Lo anterior tiene una base poco sólida en la formación que como sociedad tenemos en lo relacionado a los valores y al desconocimiento de nuestros derechos.En los últimos tiempos los ciudadanos hemos logrado desprendernos de la pertenencia que por décadas ejercieron los partidos políticos y en algunos casos los cacicazgos de individuos que solo buscan el bien de unos cuantos y conservar sus canonjías a toda costa.Este ejercicio, en el libre albedrío de las personas, a generado que en ocasiones lleguen a los cargos de representación popular personas que lograron engañar y se aprovechan del hartazgo del pueblo para satisfacer un interés personal y ocasionan un desencanto en los ciudadanos, que lo lleva a concluir una falsa premisa de que todos son iguales, lo que genera el peligro de la baja o nula participación en la siguiente elección basados en esa mala experiencia.Sin embargo el pueblo olvida o desconoce, que el ejercicio democrático no termina el día de la jornada electoral, sino que es precisamente ese día cuando da inicio a un proceso de participación democrática en la toma de decisiones, y deberá estar vigilante durante todo el periodo de responsabilidad de la persona que llego al poder aun cuando su voto no haya sido por ese individuo. Por lo anterior podemos decir que la exigencia de transparencia es pues también una obligación de los ciudadanos. Con lo que lograremos tener los gobiernos que realmente merecemos y no hacer propia la sentencia de que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen.
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