CASI UN SUEÑO CON UN FINAL FELIZ
Por: Héctor Algarín
"Nadie pone sus sueños en manos de aquellos que pueden destruirlos"
Paulo Coelho
Al ver los distintos colores, me hipnoticé y empecé a soñar....
Por el lado izquierdo, veo campos amarillos llenos de hermosas amapolas... Del lado derecho, colinas y valles de preciosas flores azules de dalias y violetas. De frente, puedo observar el rojo intenso de los claveles y el blanco deminante de las margaritas, con su peculiar tallo color verde.
Al ir avanzando, observo en la lejanía al frente, un color poco definido entre blanco y azul de una flor llamada adormidera... mi sueño es placentero.
Sé (dentro de mi sueño) que los campos llenos de rosas, son inspiración de poetas, reyes y emperadores, permanece en el tiempo gozando de gran poder simbólico, representando la finalidad y el logro absoluto, la perfección... No podía estar mejor, mi letargo es total.
En mi sueño, tengo entendido que según su color se han clasificado las rosas: la rosa blanca representa la pureza; la roja, la pasión y lo utópico e imposible de conseguir, representado en la rosa azul... un ligero suspiro sale de mi pecho.
Casi puedo olerlas... la completa y total ausencia del mundo que me rodea... es abrutamente interrumpida al frenar el carro, un tope adelante, hace que actue así.
Inmediatamente reacciono... el radio (con sus interminables anuncios de los cuatro candidatos) y las calles tapizadas de propaganda política me habían hipnotizado: postes, bardas, espectaculares, calcamonias... Regreso a la triste realidad, a la realidad de México, al pobre México de partidos ricos y politicos corruptos... a volver a frenar, a acelerar...
Digo... nomás como comentario.
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