lunes, 20 de agosto de 2012

COLUMNA HUESPED: EL PARAÍSO DE LOS NARCOTRAFICANTES


 Por: Francisco Martín Moreno  
¿En Estados Unidos, el mercado de enervantes más codiciado de la Tierra, no hay narcos destacados, cuyos nombres deben ya formar parte de la leyenda criminal de su país? 

¿Usted conoce el nombre de un sólo capo norteamericano de nuestros tiempos? 
Por  supuesto no me refiero a los famosos "gangsters" de los años de la  prohibición alcohólica en Estados Unidos como sin duda los fueron  Capone, Dillinger y Frank Nitti entre otros tantos personajes del  bajo mundo que encontraron en nuestros vecinos del norte el caldo de cultivo necesario para desarrollarse hasta alcanzar "prestigio"  internacional.... 
Nosotros conocíamos a García Abrego, a Caro Quintero, al Güero Palma, al Señor de los  Cielos, a los hermanos Arellano, y a algunos más entre otros líderes de nuestra hampa tercermundista.
Pero, insisto, ¿y en  EU, el mercado de enervantes más codiciado de la Tierra, no hay  narcos destacados, cuyos nombres deben ya formar parte, a mucha  honra, de la leyenda criminal de su país pues trafican con drogas  con un valor superior a los 500 mil millones de dólares? 
¿Ningún apellido destaca por su eficiencia y popularidad o simplemente porque ya no hay narcotraficantes para vergüenza de la larga tradición criminal  norteamericana?
¡Ya sé! En Estados Unidos las drogas se trafican "solitas".
 Los enervantes son dejados en las fronteras norteamericanas por "camellos" mexicanos o latinos y llegan "solitos", como por arte  de magia, a las manos de los consumidores.
Del total de la mariguana que se consume en dicho país, por ejemplo, 35% es producido en Texas, Arizona y California sin que jamás se localice un sembradío, se incineren  los enervantes de cara al público, se recluya a los responsables  en una prisión federal y se rematen y adjudiquen sus propiedades  al mejor postor.
Sucede que la mariguana se siembra solita, se corta solita, se distribuye solita y el dinero obtenido se lava solito...
¿No es  una verdadera maravilla?
Nunca escuchamos que se aseste un rudo golpe al narcotráfico en EU tal y como se asesta, sin duda, en México en forma por demás recurrente. 
Nunca vemos fotografías de capos norteamericanos arrestados y enfundados en sus chamarras azules del FBI con las manos y pies esposados, chalecos y cascos  antibala, además de una numerosa escolta policiaca para evitar  cualquier atentado en contra de su vida que impidiera la delación  de la identidad de sus socios y  movimientos...
En México, la captura de los "famosos" capos ocupa las primeras planas de los diarios de la  República, además de generosos espacios radiofónicos y televisivos.  
Es evidente el  esfuerzo mexicano por ganar esta batalla en contra de la  producción y venta de enervantes.
Sólo que la batalla difícilmente la ganaremos si en Estados Unidos se venden impunemente 500 mil millones de dólares de narcóticos en  las calles sin que nadie vea ni sepa ni oiga nada, absolutamente nada, puesto que nuestros vecinos "puritanos" nunca atrapan a un capo ni se publica por ende su captura en la prensa ni se queman depósitos incautados de estupefacientes ni mueren soldados, ni agentes judiciales, ni jueces, ni procuradores, ni se rematan propiedades, ni se revelan los nombres de las autoridades  implicadas en el narcotráfico. Además y esto es un capítulo aparte igualmente importante, no ganaremos la guerra mientras ellos continúen suministrando armamento a nuestros capos.
Nada, no se sabe nada...
¿Por qué no se sabe? Muy sencillo: porque una parte insospechable de autoridades ejecutivas, legislativas y judiciales federales y estatales norteamericanas está en la nómina de los capos.
Si nada se hace y nada se sabe es porque desde secretarios de Estado para abajo (sálvese el que pueda), gobernadores, legisladores, senadores especialmente jueces,  periodistas, policías de toda índole, agentes del FBI y de la DEA y hasta la famosa y no menos temida Patrulla Fronteriza, todos podrían estar profundamente involucrados con los narcotraficantes realizando jugosos negocios tal y como lo hicieron ya en los años de la prohibición.
No hay nada nuevo bajo el sol.
Menos lo va a haber ahora cuando un grupo de maleantes goza de más poder que el Estado mismo. Nunca en la historia de la humanidad una pandilla de delincuentes había tenido tanto dinero como para poder comprar autoridades, periodistas y países enteros si así lo decidieran.
Todo  ello gracias a que EU pone los dólares y las armas para que esto sea posible.
¿Qué prefieren los capos a cambio de la  heroína: mexican pesos or american dollars? Está clarísimo, ¿no? ¿Cuál soberanía de un Estado cuando a un capo no se le puede  juzgar en su país de origen porque puede desestabilizarlo con  consecuencias funestas para millones y más millones de personas?
¿No estamos frente a un novedosísimo  fenómeno de poder en manos de un solo individuo?¿Dónde están  los capos norteamericanos?
¿Por qué no se inicia la persecución en  EU de los grandes narcotraficantes?
 Yo, yo  sé, yo: porque ni los consumidores ni las autoridades ni los narcos ni la prensa quieren que se sepa quiénes son.
A todos les conviene el negocio. Todos están coludidos.
Mejor, mucho mejor, culpar a México de todos sus males...
Estados Unidos pone las armas, México pone los muertos

   

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