Don Agustín Borrego |
Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
Existe una calle aledaña a los patios
del ferrocarril que lleva por nombre Agustín Borrego. ¿Pero quién fue este
señor que mereció que su nombre lo llevara una calle y, además, una placa que
se colocó el 20 de noviembre de 1963 en esa calle que hace esquina con la
Zacatecas?
Agustín Borrego Rodríguez fue por
muchos años Jefe de Estación del Tren Sudpacífico que cruzaba por esta ciudad
de Acaponeta. A finales de los años 20 del siglo pasado, ya laboraba en ese
puesto que sin lugar a dudas era agotador ya que el ferrocarril no era lo que
es hoy, un transporte verdaderamente en el abandono por parte de la autoridad
federal y por los particulares. El FFCC comunicaba en aquella dorada época a nuestra
población de manera muy importante, y era vehículo para el traslado de
productos y cultura.
Puente del ferrocarril sobre el Río Acaponeta |
Recuerdo haber preguntado a aquel
gran amigo y caballero Don Alejandro Jiménez Mitre, sobre la figura de Don
Agustín Borrego; él mismo, Don Alejandro me llevó al Sindicato de Cargadores,
enterándome con sorpresa que el Señor Borrego fue el fundador de esa
organización que vio la primera luz en el año de 1932, precisamente un 22 de
junio.
También me acuerdo que el Secretario
General de la sección 5 de Cargadores, era el estimado amigo José Andrés Toledo
Valdéz, quien en ese entonces –si no me falla la memoria fue por el año 2000--,
dirigía a unos 28 ó 29 asociados, y me dio amplia información de los orígenes
del sindicato que comenzó con los trabajadores que descargaban los productos
que llegaban en los vagones del ferrocarril, los cuales subían a las carretas
de las que ya no queda ni el recuerdo. Esos obreros, sin organización eran
maltratados y peor pagados por los patrones que abusaban de su condición humilde
e indefensa, por lo que Don Agustín Borrego desde su puesto en la jefatura de
la estación, se molestaba por ese trato y la injusticia de que eran objeto los
cargadores. Por ello, decidió convocarlos y mostrarles el camino de la fuerza
en alianza, naciendo en 1932 la Unión que tendría personalidad jurídica hasta
1937 cuando se autonombraron “Unión Sindical de Cargadores y Carreteros Agustín
Borrego” en honor de aquel hombre que los instó, convenció y organizó, e
incluso, posteriormente hasta donó el terreno donde antiguamente tenían sus
oficinas los amigos alijadores por la calle Bravo entre Querétaro y Zacatecas.
Antigua sede de los cargadores y carreteros sobre la calle Bravo. |
Ese año de 1937 se puede considerar
como el despegue de una organización que conformaba el sindicato y que fue
integrado por los señores Pablo Loaiza como Secretario General; Arnulfo
Rodríguez, secretario del interior; Elpidio Torres, secretario del exterior;
Ambrosio Díaz y Rubén Gómez, secretario de actas y tesorero respectivamente y
como miembros fundadores Mauricio Montaño, Carlos Medina, Vidal Gómez, José A.
Espinoza, Carlos Gómez, Marcial Moreno, Mariano Rodríguez, Salvador Ibarra,
Brígido Mejía, Mariano Toledo, Gregorio Talamantes, Santos Hernández, Sabino
López, José Correa, Martín Rodríguez, Daniel Melchor, Ramón Rodríguez, Juan
Torres, Alfonso Maciel, Policarpo Romero, Isaac Sánchez, Salvador Rodríguez y
Víctor Mayorquín, por cierto este último es el único sobreviviente de aquella
entusiasta camada.
La placa que mencionamos al principio
de este artículo se encuentra semioculta por la pintura y los restos de mezcla
que han ido aplicando sobre su superficie y casi no deja leer que se trata de
la “Avenida Agustín Borrego” y al margen lleva la fecha de 20 de noviembre de
1963. “Borreguito”, como con afecto lo llamaban, era hombre de su tiempo, que
como los de aquella época se preocupaban por el bienestar de los demás sin
esperar recibir nada a cambio y solo la satisfacción de hacer amigos y hacer
progresar esta tierra acaponetense, tan cálida en su clima y en el trato de la
gente.
Placa-letrero de la calle Agustín Borrego |
Actualmente el dirigente de esa
central obrera es el estimado amigo Jesús López Huerta, “Chetis” su nombre de
batalla en el medio, quien tiene la friolera y nada despreciable cantidad de 39
años perteneciendo al Sindicato Nacional de Alijadores, Empleados en Agencias
Aduanales, Marinos, Cargaduría y Similares como se lee en la constancia que le
entregaron en el año de 1978 cuando fue
aceptado en esta federación de trabajadores no sin antes haber aportado un
certificado médico de buena salud, una carta de recomendación por buena
conducta, cien pesos correspondientes al pago de la cuota de ingreso y, fíjese
bien amable lector, lo que era en aquellos tiempos de feroz y avorazado
sindicalismo, tres mil pesos como anticipo de la cantidad total que quedaba
obligado el empleado y que le daba derecho al fondo económico de resistencia y
bienes raíces propiedad de la agrupación…¿qué era eso, lo ignoro?
Jesús López Huerta "Chetis", Secretario General del Sindicato |
Dice el amigo Chuy, que los
cargadores podrán tener todos los defectos del mundo, al fin humanos, pero que
nadie les gana en honradez, y prueba de ello la dan clientes satisfechos a
quienes nunca se les ha perdido nada y, su servidor puede dar testimonio de
ello, pues cuando yo laboraba en los almacenes de combustible de Amado H.
Sierra y Hno. S.A de C.V., por la calle Veracruz llegaban los tráileres
cargados de aceites que iban desde tambos de 200 litros a cajas con latas y
nunca tuvimos un conflicto o queja con los amigos alijadores, que en minutos
vaciaban esos vehículos.
Narra Jesús
que el edificio de la calle Bravo, ya no lo utilizan y que fue el presidente
municipal Don Salvador Toledo, quien también fue cargador, quien les construyó
el local donde tienen hoy su sede, por el boulevard “Juan Espinosa Bávara” a un
costado del panteón y frente a lo que actualmente es Autozone, precisamente en
el lugar donde se apostaban bajo un huamúchil a esperar el paso de los camiones
cargados de mercancía. Bajo el cuidado de Salva Toledo, gestionó de alguna
manera que Don Guille Díaz les diera permiso de colocarse en esa su propiedad y
hasta convencieron al también amigo “El Carnal” para que se animara a poner su
muy conocido puesto de tacos de carnitas que todos conocemos, ya que él era
camionero.
Sirva este medio para hacer un
modesto reconocimiento al Señor Borrego, “Borreguito”, esperando que se limpie
la placa que bien merece lucir limpia, lustrosa y con orgullo.
1 comentarios:
LASTIMA QUE LA AMBICION DE UN CONSORCIO DE COMBUSTIBLES ESTE POR DESAPARECER DICHA VIALIDAD, MUY NECESARIA. LO QUE CONLLEBA EL PODER ECONOMICO Y POLITICO
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