DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Un querido amigo maestro él, me contó una anécdota extraordinaria que vale la pena compartir sin decir nombres, porque hoy vivimos en una era de cristal, donde todo se rompe, y también se ven cosas terribles y dignas de no creerse, lo que habla de la tremenda y al parecer inevitable pérdida de valores que llegan a extremos como el de ese palenque en Texcoco, donde salió a cantar uno de esos artistas que han logrado fama berreando lo que llaman “corridos tumbados” —que no tengo idea de qué sea eso, pero lo imagino— y anunció, muy mono él —solo le faltó la cola— que ya no cantaría más esas "selectas y muy cultas" melodías que hacen apología del terrible mal nacional que es el crimen organizado, cosa que transformó el mencionado recinto en un pandemónium, donde un grupo de descerebrados destruyó el escenario, el equipo del cantante y medio palenque, enojados todos porque ellos habían asistido a escuchar eso tan fino. ¡Vaya pollinos!

Vivimos en un mundo que algunos ya no entendemos, lo que me regresa a la anécdota de mi amigo profesor. Resulta, que hace muchos años, el director de un plantel de primaria, en este pueblo de Acaponeta, vio a dos chiquillos con uniforme escolar, agarrándose a trompadas en la esquina cercana a donde se ubicaba la escuela. El director montó en cólera, y esperó a que todos, maestros, alumnos y los dos rijosos entraran a clases, para, en el momento oportuno llamar a ambos peleoneros a la dirección. Para ello, citó de testigo al amable docente que me relató el hecho. 

Ya en la oficina, el directivo los pasó a los tres —rijosos y maestro testigo— a un patiecito paralelo a la dirección y comenzó el show. El directivo, les preguntó si ellos eran los que se habían agarrado a golpes en la calle; ambos chicos asintieron, extrañados por dónde iba aquello, y remató el profesor: "¿pero con el uniforme de la escuela? Para que la gente diga, mira a esos estudiantes de la escuela fulana, que clase de educación le dan ahí los maestros". Continúo el profesor: “¿Y cómo quedaron? ¿satisfechos?”, preguntó el jefe de la escuela, "si no, para que se pongan a mano", diciendo esto, les pidió que se quitaran las camisas y les “invitó” que se agarran nuevamente a moquetes, siempre a puño limpio. 

Me dice mi amigo, que aquel acto de pugilato duró sus buenos 40 minutos, donde los belicosos chamacos se dieron hasta con la cubeta. Luego que el director, prácticamente los vio desfallecer, paró el pleito y les preguntó: "¿quedaron contentos?" Jalando con dificultad aire, sudorosos y seguramente sangrando o con los ojos de cotorra, los pendencieros muchachitos, rápidamente dijeron que sí y, severo el profe los conminó a darse la mano y quedar, sino como buenos amigos, sí como camaradas de desgracia.

Así era la educación de antes que llevaba por lema: “la letra con sangre entra”. Hoy, esto es impensable, se acabaron los docentes que hartos de la grita y el desorden en el aula, tomaban aquellos borradores de madera maciza y cual Fernando Valenzuela en Dodger Stadium, lanzaban aquel útil como pelota beisbolera, con una curva que libraba al compañero que uno tenía por delante, pegándole al infractor, entre ceja, oreja y su querida madrecita, que ya la quisiera el mejor lanzador para una serie mundial. Si algo así sucediera hoy, a ambos maestros, al director y al profe testigo, los querrían echar, no de le escuela, sino del planeta. Actualmente si un educador regaña a un chico de hoy, los padres ponen en grito en el cielo y hasta buscan a un psicólogo para que el mocoso no se traume. Lo dicho, gente de cristal.

No es de extrañar, que unos burros, seguramente con el seso bañado en cerveza, tequila o polvos raros, violentaran el palenque texcocano con el imbécil pretexto de que no les cantaran babosadas al oído. Buena falta les hizo a estos gaznápiros un buen borradorzaso de los educadores de antaño.

 

Charles Louis de Secondat, barón de Montesquieu

DE DULCE: Se dice, se narra cierta leyenda urbana, que el genial jurista francés Charles Louis de Secondat, barón de Montesquieu acudió a un mercado acompañado de un joven estudiante de leyes. Ambos notaron que un comerciante tenía la balanza para pesar, inclinada a su favor, engañando a los clientes. “¡Qué injusticia! —exclamó el muchacho— deberían sancionarlo!”. —"Sí, dijo Montesquieu, pero ¿quién lo juzgará si el juez estuviera inclinado a su favor? Causando molestia en el estudiante. Agregó el afamado jurista: “El poder, en manos de uno solo siempre se inclina a su conveniencia, por eso debe dividirse: el legislativo hace las leyes, el ejecutivo las aplica y el judicial las interpreta”. Y añadió: “si uno concentra todo el poder, ¿quién lo controlaría? Preguntó el aprendiz: "¿entonces la separación de poderes es como equilibrar una balanza?" A lo que respondió el erudito francés: “Exactamente, cada poder es un contrapeso a otro, evitando que uno se incline demasiado”, y continuó: "la justicia solo es posible cuando no puede inclinar la balanza a su favor”. Intrigado inquirió el adolescente: “¿qué pasa si alguien intenta controlar los tres poderes?” Sin dudar manifestó Montesquieu: “Ahí es donde el pueblo debe vigilar; la libertad política solo existe cuando ningún poder es absoluto”. Finalizó diciendo: “La balanza rota de la justicia solo se repara dividiendo al poder, no aumentándolo”.

¿Nos suena conocido todo esto? En México, la balanza de los poderes está totalmente cargada a una sola persona, que lo peor, ya ni siquiera está en el poder. En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, queda claro y se legisla sobre los únicos poderes de la Unión: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. En la patria mexicana de hoy, el presidente (presidenta para los que creen que la Sheinbaum es la mandataria de la nación) tiene jalando los hilos del poder legislativo, que opinan, levantan la mano y votan conforme les dictan órdenes desde Palenque. Como representan al poder ejecutivo, es por default y ahora buscan, tener bajo “su manto todopoderoso” al judicial, inventando para ello, una champurrada reforma —que si bien es muy necesaria y urgente— se convirtió en una ocurrencia a modo y con la balanza inclinada a favor de la 4T, o lo que es lo mismo, los caprichos y prepotencias de un solo hombre. No hay más, cuando los tres poderes de la Unión, los maneja una sola persona, debe recibir el nombre de dictador o dictadora -con "A"-.

 DE MANTECA:.. En cualquier elección, para escoger al “ejecutivo o al legislativo” que nos van a gobernar, trátese de un presidente de la república, un gobernador o un presidente municipal con su cabildo; además de la elección para seleccionar a nuestros representantes en los diversos congresos, federales y estatales, conocemos perfectamente sus personas, lo cual nunca ha sido garantía para elegir al mejor y al más honesto; elección tras elección le damos el voto a cada rata sinvergüenza y traidora, que luego nos damos de topes en la pared. 

Por supuesto, hay campañas electorales, onerosísimas, por cierto, conocemos de estos grillos sus propuestas —casi siempre demagógicas y mentirosas—, nos hartamos de verlos en televisión, oírlos en la radio y/o las redes sociales. Ahora se acerca ya el primero de junio cuando se llevará a cabo una incomprensible elección de ministros, magistrados y jueces. 

Para conocer a los próximos juzgadores de la nación, entré a la página del INE y, me enteré lo siguiente, con respecto a los “elegibles” que vamos a votar en Acaponeta, mi querido pueblo: primero los candidatos a ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ellos son diez: Jaime Allier, Ulises Carlín, Edgar Corzo, Jaime Salvador García, Ángel Mario García, Ricardo Garduño, Guillermo Pablo López, Sergio Molina, Carlos Odriozola y César Enrique Olmedo. 

Es claro para mí, que el mundo del derecho, las leyes y el ámbito de la justicia, es ajeno a su servidor, por ello, y sin tratar de minimizar a nadie, no conozco a ninguno de ellos y estoy seguro, que la gran mayoría del pueblo tampoco los ubica. Asimismo, vamos a elegir a los magistrados del tribunal de disciplina judicial, y no me da pena decirle al amable lector, que no tengo la menor idea para que sirve eso, tal vez por eso no identifico a ninguno de los seis aspirantes: Octavio Ávila, Juvenal Carbajal, Jorge Cruz, J. Guadalupe Jiménez, Jorge Lagunes y Jaime Santana. 

En una tercera boleta, se supone que vamos a sufragar por los magistrados de la sala superior del tribunal electoral del poder judicial de la federación, en Nayarit, según el INE solo aparecen tres: Luis Espíndola, Enrique Figueroa y Armando Hernández, si el amable lector los conoce, les suplico que me los presente. Sigue la boleta para los magistrados de la sala regional del tribunal electoral del poder judicial de la federación, y aquí solamente hay dos opciones: Sergio Moreno y José Ramírez. Una más, los magistrados de circuito, y en la complicada boleta aparecerán tres nombres, al igual que los dos de arriba, ni idea de quiénes son: Antonio Calderón, Francisco Chavarría y Jorge Medina. Por último, elegiremos a los jueces de distrito y ellos son cuatro: César Ávila, Miguel Lechuga, Noé Munguía y Miguel Villafuentes. 

28 elementos de los cuales no tenía idea de que existían y, por supuesto, no es culpa de ellos, pero tampoco mía. Otra cosa que me llama la atención, es que, de ese total, no hay una sola dama. Ante esto, su servidor, que desde que López Obrador sacó la ocurrencia de la reforma judicial, muy a su manera y conveniencia, decidí y lo cumpliré, no formar parte de esta farsa, ya que, me pareció solo una venganza más de su majestad macuspana, una vacilada grotesca y perjudicial a la nación, además de un despilfarro de enormes cantidades de dinero, ya que, según cálculos de expertos, solo irá a las urnas un 10, si acaso 12% del padrón, lo que significa que se botarán a la basura unas 500 millones de boletas con un elevado costo de miles de millones de pesos. Habiendo tantos hospitales, escuelas o universidades que ocupan, con urgencia, billetes, billetes y más billetes, se irán al estercolero de la 4T donde reposan también los cientos de miles de millones de bilimbiques de los monumentales fracasos del tren maya, Dos Bocas, la mega farmacia, Mexicana de Aviación y el dinero de lo que ya llevaban construido en el aeropuerto de Texcoco… ¡Reciban mis saludos amables amigos, y recuerden que solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es, invisible para los ojos, salud para todos!