ACTORES DE LA POLÍTICA. PROCESO 2011

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

JORGE ARTURO CHÁVEZ ÁLVAREZ

El Lic. Jorge Arturo Chávez Álvarez, es otro de los políticos que los acaponetenses han añadido a sus listas como probables candidatos del Partido Revolucionario Institucional a la presidencia municipal. 

Jorge Chávez, es actualmente un exitoso empresario de la construcción de casas habitación y no es para nada ajeno a la politica local y a nivel estatal, pues su padre, el fallecido Don José Chávez Rodríguez "Joselillo" fue presidente en el período 1996-1999, amén de haber sido en esos años Subprocurador de Justicia del Estado de Nayarit en el sexenio de Rigoberto Ochoa Zaragoza, su padrino.

Polémico, pero muy centrado siempre en sus ideas y visión del próximo proceso electoral, Chávez Álvarez nos permite hacer esta entrevista, continuando con la serie de Actores de la Política Proceso 2011.

PUERTA NORTE: Jorge, de entre los muchos rumores que se dan en la calle en estos tiempos electorales, destaca uno que te hace candidato a la presidencia municipal...¿es cierto esto?

JORGE CHÁVEZ ÁLVAREZ: Bueno nosotros efectivamente estamos esperando los tiempos que marca el partido para poder plantear esa posibilidad formalmente ante las instancias del partido precisamente y obviamente tener esa posibilidad llegado el momento, de acuerdo a los tiempos y parámetros que establezca el propio instituto político

P.N.: Jorge ¿por qué deseas ser presidente municipal de Acaponeta?

JCA: En primer lugar porque tengo vocación de servicio, siento que tengo también la capacidad para poder resolver los problemas que enfrenta el municipio; que tengo la sensibilidad y capacidad para, conjuntamente con un grupo adecuado de colaboradores y servidores públicos enlazados con el pueblo, poder hacer frente a ese cúmulo de problemas que se presentan actualmente y esos se vienen acumulando día tras día. Sentimos que debe de haber vocación ejecutiva, sensibilidad. Quién llegue ahí debe de tener incluso humildad y aún más, desinterés personal. Bajo esa perspectiva de que entiendo la política como una vocación esperanzada de poder, sumar nuestro esfuerzo al esfuerzo colectivo.

P.N.: Jorge, en ocasiones pareciera que la lucha al interior del partido es más dificil que la misma elección constitucional, por diferentes razones. ¿Cómo ves tus posibilidades de ser candidato de tu partido el Revolucionario Institucional?

JCA: Nosotros en política no somos de temporal. Haciendo política tenemos muchos años de manera permanente. Tenemos muchos amigos, hemos trabajado y tenemos una estructura que es normalmente la que garantiza el llevar al triunfo o a la derrota a un candidato. Nosotros hemos planteado un perfil distinto de quienes ya han tenido la oportunidad de servir a Acaponeta. Confiamos en que las circusntancias aquí cada día son más competitivas y que todos los institutos políticos deberán de sacar las mejores propuestas; las que realmente la ciudadanía acepte y no solamente en los acuerdos cupulares, porque eso muy recientemente ha sido evidente en los casos de Guerrero y Baja California Sur, donde si no se toma en cuenta el sentir popular, el sentir de los electores, de a quién prefieren para que sea su autoridad, obviamente se va al fracaso y a la derrota; bajo esa perspectiva sentimos que tenemos esa posibilidad real porque así lo hemos percibido y por ello estaremos al pendiente del llamado del partido llegado el momento.

P.N.: Si ese partido no te llama ¿te cambiarías de partido?

JCA: No, aquí hablaríamos de manera hipotética, aquí en este caso nosotros estamos participando en el Partido Revolucionario Institucional y enfocaríamos y estamos enfocando el llamado del PRI; a ello nos apegamos y en base a eso trabajaremos llegado el momento.

P.N.: ¿Qué es para ti Acaponeta, cómo defines al Acaponeta que tú sientes?

JCA: Es la tierra que queremos y amamos entrañablemente; es la tierra que nos dio raíces y nos ha dado alas, donde crecimos, donde nuestros padres se establecieron, donde convivimos, donde tuvimos nuestra formación y a la que queremos regresarle algo de lo mucho que nos ha dado. Queremos en este caso llegar y apuntar, queremos decir, no qué ha hecho Acaponeta por nosotros, sino qué hemos hecho nosotros por Acaponeta. Acaponeta nos representa todo para nosotros, porque siempre sus alegrías y sus tristezas serán parte de nuestra y, aun cuando hemos salido a prepararnos y en un momento dado también a servir en un cargo a nivel estatal, siempre hemos estado atentos al sentir de los acaponetenses y sobre todo, a sumarnos a las mejores causas que tiene Acaponeta.

P.N.: Jorge, hay personas que por su forma de ser, por su personalidad, por sus obras y acciones, resultan polémicas para la sociedad. ¿Te consideras una persona polémica?

JCA: Más que polémico, yo quiero decir que hemos tratado de ser francos. Siento que he tratado de ser sincero, de ser congruente, de ser realista...y nosotros normalmente en la política nos hemos desenvuelto bajo la perspectiva de que la política es el servicio desinteresado a los demás. Hemos tratado de hacerles entender siempre que un partido político debe tratar de oxigenarse de manera permanente, que debe de dar libertad, que debe de haber participación, alternancia, que no son los elementos de un mismo equipo o grupo político los que deben de prevalecer porque no puede haber monopolios del poder. Como nosotros siempre hemos sido muy claros en ese sentido, tal vez alguien pueda percibir eso, pero lo que yo creo de mí es que soy una persona de buena fe, bien intencionado, que soy un hombre de compromisos y de palabra y que cuando empeño mi palabra voy y la recojo diciendo que he cumplido con los compromisos que acepté y que generalmente, como comenté, te reitero, hemos sentido que la política y los espacios no se deben de dar por componendas, que los espacios se deben de dar en base a la capacidad que tenga la persona y sobre todo, en base a méritos, que es lo que normalmente en ocasiones no se da; esto ya lo percibimos y tenemos experiencias muy señaladas. En el 99, quién debía ser el candidato de manera natural al gobierno del Estado, por una componenda, por un acuerdo oprobioso y reprobable del Comité Ejecutivo Nacional salió quien era el menos adecuado para ganar la contienda electoral a nivel estatal y dejaron abajo esa situación por un acuerdo cupular de cuatro, cinco o seis personas que estaban decidiendo por casi un millón de habitantes que tiene Nayarit. Y nosotros, cuando son situaciones así, lo señalamos y es lo que queremos; en la democracia las mayorías mandan y tienen la posibilidad de gobernar, pero también las minorías en su momento tienen su espacio y sobre todo en este caso, uno de los fundamentos y de las bases que tuvo el partido en su conformación a partir de 1929 fue la alternancia, la pluralidad de equipos en los diferentes espacios, porque como te lo he señalado, cuando no hay contrapesos, ni equilibrios, llegan quienes no deben de llegar y ponen en los diversos cargos a gente inadecuada y hacen lo que les da la gana sin que nadie pueda hacerles precisamente ese contrapeso. Entonces eso es lo que nosotros pensamos respecto al planteamiento y al comentario que aquí me haces.

P.N.: Jorge, en toda contienda y campaña electoral, hay algo que existe y no podemos negar, la guerra sucia. ¿Estás dispuesto a correr el riesgo de atrevesar por esa guerra sucia que te menciono?

JCA: Aquí todos nos conocemos, la fama pública de cada uno es muy conocida. El Quijote decía que las heridas en campaña antes dan honra que la quitan. Yo no tengo miedo, soy un hombre de retos, siempre me levanto con un ánimo propositivo, tratando de dar lo mejor de mi cada día. Trato de prepararme porque me he preparado de manera permanente ante la vida y ante cualquier posibilidad. Yo, en ese sentido no soy un hombre temeroso, he brincado valladares, he resuelto situaciones que a otros pudieran haber tenido esa posibilidad y en cualquer caso voy a enfrentarme a las situaciones que vengan porque, te digo, soy un hombre de retos y determinado ante cualquier situación.

P.N.: ¿Cuáles serían a tu juicio, las obras más necesarias para Acaponeta?

JCA: Las necesidades son muchas. He pensado que en primer lugar, el presidente municipal debe ser un hombre sensible y sensato. Debe ser un hombre, o una mujer, que tenga la capacidad de una autocrítica permanente, que debe de rodearse de las mejores personas, para que en un momento dado, en cada área de responsabilidad, vaya la redundancia, se responda a las necesidades actuales, a las necesidades de la realidad. Acaponeta tiene problemas de presupuesto, tiene problemas de agua, de inseguridad, problemas de desatención familiar en muchos sentidos y, nosotros, no lo digo yo específicamente, todo el equipo --porque en ese equipo de trabajo tenemos 15 años o más laborando-- siempre hemos pensando que se pueden hacer con voluntad política muchas cosas, pero sobre todo con conocimiento y estrategia para resolverlas. En otro tiempo, muchos de los problemas que se decía eran imposibles de resolver, se resolvieron, muchos de los problemas que se plantearon en aquel entonces como irresolubles, se pudieron vencer, primero porque se tuvo la voluntad política, luego la capacidad y se tuvo también el respaldo de la población de Acaponeta.

P.N.: ¿Tú que piensas que te hubiera aconsejado tu padre, que fue presidente municipal?

JCA: Lo que yo creo, que mi padre si algo me hubiera aconsejado, sería que luchara por mis convicciones; por lo que siento yo, que debe de ser Acaponeta. Nosotros, yo en lo particular, somos hombres de paz, no andamos buscando combates ni reyertas; pero todas las peleas que se tengan que dar por el bienestar y el mejoramiento de Acaponeta, se tienen que dar desde cualquier trinchera. Siento yo que mi padre, como te dije, una de las cosas que más recuerdo de él, es que dijo que la politica podemos transitarla con dignidad. Nosotros no somos dados a ser de la lisonja o ser lambiscones, siempre cuando nosotros planteamos una situación lo hacemos en base a elementos, en base a méritos. Es la cultura que yo tengo de mi padre, una cultura de trabajo, una cultura de esfuerzo de mi padre y también de mi madre, incluso de sacrificio, él me decía que no había hoy sin ayer y que como generación nosotros teníamos que sacrificarnos por la próxima generación; me decía: qué más satisfacción saber que hoy sembramos el árbol y que nuestros nietos va a cortar los frutos y van a valorar todas esas adversidades que nosotros vencimos en nuestro tiempo, eso es lo más satisfactorio; por eso yo siento que el trabajo que en un momento dado hemos hecho, el desarrollo de esta vocación esperanzada, con un fin determinado, de poder ser un actor directo y no un simple espectador en el desarrollo de mi pueblo, siento yo que es el ánimo, el pensamiento y la presencia espiritual que yo siempre tengo de él ante cualquier adversidad y ante cualquier situación.

P.N.: Jorge, por último: finalmente el que vota es el pueblo, ¿qué le dirías tú al pueblo?

JCA: Al pueblo yo le daría primero un mensaje de reconocimiento; es un pueblo que ha madurado, es un pueblo trabajador y sobre todo, así lo percibo siempre, es un pueblo noble. Al pueblo siempre le hemos dicho que somos solidarios con él y que en este caso, ellos tienen la posibilidad de tener un gobierno bueno o malo; ellos tienen el arma, en este caso un arma pacífica que es la credencial de elector y que con ese voto van a cambiar hacia el futuro y hacia el progreso, o al retroceso; para tener un gobierno bueno o malo cuando ellos emitan su voto. Queremos que se busquen los mejores perfiles de Acaponeta y que, en base a eso, en la medida en que el pueblo está más concientizado, más educado politicamente, que está más elevado culturalmente, pero sobre todo, que está más conciente de los problemas que prevalecen; en la medida que sea más exigente y más culto politicamente, estará en las posibilidades reales de que no sean engañados y que, en este caso, con ese voto que van a emitir en el primer domingo de julio, van a cambiar el rumbo de Acaponeta. Que lo mediten y que lo piensen bien antes de darlo, porque aquí, yo quiero ser muy claro, vivimos en una democracia, pero particularmente vivimos tendientes a una partidocracia, donde normalmente se pueden poner de acuerdo unos cuantos para decidir el destino de un pueblo y que nosotros, en este caso, tenemos la obligación de cambiar ese sentido, de decirle que lo que importa realmente son las masas, las grandes mayorías, el pueblo en sí. El Partido Revolucionario Institucional, siento yo que tiene una declaración de principios, tiene un manejo doctrinal excelente que se ha perdido, un manejo donde podemos nosotros señalar qué era lo que entendían las grandes masas y aun la población más modesta, que era libertad, democracia, justicia social, soberanía, no solamente la entendían sino que la sentían de ellos. Es un discurso que definitivamente se ha ido, pero que tenemos que retomar. Aquí se empezó a desvirtuar la situación del servicio público cuando empezaron a llegar gentes que no tenían contacto con el pueblo. A partir de 1970, es el primer presidente de la República con Luis Echeverría que nunca tuvo un cargo de elección popular, a partir de ahí comenzaron los problemas, pero antes, desde Díaz Ordaz, fue diputado y senador, secretario de gobierno en Puebla; anteriormente López Mateos, senador, Secretario de Trabajo; Ruiz Cortines, gobernador, diputado federal, secretario de gobernación; Miguel Alemán, senador, gobernador de Veracruz y así sucesivamente, después del período revolucionario; entonces nosotros sentimos que tiene que ser gente, que tenga esa verdadera vocación, esa sensibilidad para poder identificarse con las necesidades del pueblo. Y bajo esa perspectiva, aun cuando yo salí a prepararme profesionalmente, vengo de la entraña del pueblo; yo en su momento tuve actividades que me permitieron identificarme plenamente con la gran masa popular, la más modesta del pueblo y por eso percibo cuáles son sus problemas, cuál es el llamamiento que hacen a que unas autoridades que se tengan aquí en el municipio, sean autoridades que realmente se preocupen por el bienestar general, porque eso es en esencia un ayuntamiento, los servicios a la comunidad sobre todo, y es el poder ejecutivo municipal el único, ni siquiera el presidente de la República o un gobernador, sino únicamente el presidente municipal, es el único ejecutivo que puede estar en una constante y permanente cercanía con el pueblo.