AUTORIDADES SIN AUTORIDAD

El tamaño de este anuncio rompe con todas las normas que marcan los reglamentos y nadie dice nada por parte de la autoridad

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

No es la primera vez que sucede, ni será la última, ya que nuestras autoridades municipales, no importa en qué trienio, han sido y son sorprendidas constantemente y además se apantallan y asustan ante ciertos nombres o dependencias oficiales.

De la noche a la mañana, apareció por la calle México, entre las calles de Juárez y Allende, un cajero eléctrónico de Banorte. Esto en pleno centro histórico de la ciudad. Independientemente de que esto es muy bueno para que los acaponetenses ampliemos nuestras posibilidades de hacer uso de los servicios bancarios y de que, establecimientos de estos hablan de "progreso" en la Ciudad de las Gardenias, es necesario que hagamos notar que existen leyes, normas y reglamentos que hay que acatar para que Acaponeta no pierda lo poquísimo que le queda de su arquitectura típica y de su estilo pueblerino costeño del Pacífico noroccidental. 

No porque sea Banorte o el mismísimo Microsoft o tal vez la Iglesia de las Once Mil Vírgenes, debemos los habitantes de este pueblo que ha perdido identidad, permitir que cualquiera llegue y montado en su "macho" le dé al traste a lo que nos queda, violando reglamentos y despreciando olímpicamente a la autoridad municipal.

Todo lo anterior es porque el mencionado cajero automático de Banorte, está "adornado" con una gigantesca flecha que rompe con todas las leyes y especificaciones de los reglamentos municipales e incluso la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos del INAH.

Con el pretexto de que es Banorte "todopoderoso,
le dejan hacer su voluntad

En el Reglamento de Imagen Urbana para el Municipio de Acaponeta, que fue publicado en el número 4 de La Gaceta Municipal, existe el capítulo VII dedicado a la fijación de anuncios y propaganda, en el cual, en sus diversos artículos se expresa que es necesario solicitar el permiso de la autoridad municipal y que esta, dará su autorización y vigencia en forma discrecional; y que la instalación de anuncios de establecimientos comerciales estará a lo dispuesto en las normas técnicas complementarias del reglamento de construcciones para el municipio de Acaponeta.

En el artículo 10 de estas mismas disposiciones dice: "A efecto de conservar la imagen del Centro Histórico de la ciudad de Acaponeta, se establecen como normas básicas dentro de dicha área:

IV. Se restringirá la colocación, fijación e instalación de todo tipo de propaganda, anuncios, etc., al uso de carteleras colocadas ex profeso. Asimismo se prohíbe la colocación e instalación de anuncios luminosos con tubos neón, tubos de luz flourescentes, anuncios de los denominados "bandera" así como la proganda en mantas".



¿Pues no que está prohíbida la colocación de anuncios
 luminosos en el centro Histórico?
¿O los letreros de "bandera"
 ¿En qué quedamos señor
Director de Obras Públicas?
¿Somos o no, autoridad?



Por otro lado en el artículo 36 de este documento se expresa claramente: "En todo el municipio de Acaponeta, se prohibe fijar e instalar avisos, anuncios o cualquier forma de propaganda o publicidad en edificios públicos, bienes del patrimonio federal, estatal o municipal, monumentos artísticos, históricos, templos, estatuas, kioscos, portales, postes, parques, o que obstruyan de algún modo el tránsito peatonal o vehícular  en las vías públicas y en general en los lugares considerados de uso público o destinados a un servicio público".

Como se ve, son lineamientos que no se siguen y que además --lo peor-- es que la autoridad no los hace valer. Tal es el caso de Banorte. Ignoramos si pidieron permiso ante la Dirección de Obras Públicas, como señala este mismo reglamentos, para instalar el anuncio luminoso y la enorme flecha. Si así lo hicieron, falló la dependencia, pues no debió haber otorgado el mismo; si no, pues tiene --la autoridad-- que cumplir con su obligación y la ley y exigir, lo quiten y se ajusten a la normatividad.

Por supuesto esto último nunca se hace y se permiten muchas cosas, lo que ha ocasionado que el Centro Histórico de Acaponeta, no sea más que un nombre, donde los edificios antiguos, que tenían su singular belleza, por sus cornisas, enmarcamientos de vantanas y puertas, sus colores típicos, sus enormes portones y algunas ornamentaciones dignas de mención, como algunos frisos que aún se notan en algunos edificios o casas; ciertos pisos de ladrillo, lozeta o adoquinados especiales, arcamentos, columnas y elementos de cerámica o teja, ahora brillan por su ausencia o han sido modificados de tal forma que no se cuenta con ellos, acabando con la hermosura privinciana y tradicional de un pueblo como era este.



Centro Histórico de Valle de Bravo. Nótese la ausencia de anuncios y contaminación visual. La arquitectura se ha respetado y es un pueblo imán para millares de visitantes. ¿No le gustaría un Acaponeta así?



Recientemente hice un viaje a la población de Valle de Bravo en el Estado de México y me maravilló el gran respeto que autoridades y pobladores tienen de su ciudad, donde han conservado precisamente el estilo típico y tradicional, convirtiendo al lugar en un fuerte atractivo turístico que a diario deja millones de pesos en derrama por los muchos visitantes que de todas partes del mundo se acercan a este hermoso sitio. Ahí, autoridad municipal e INAH, han hecho valer los reglamentos y todas las casas y comercios mantienen el mismo estilo e incluso el mismo color en sus fachadas y no permiten que llegue ningún comercio, por muy Banorte que sea, a romper con el entorno. Todos los locales comerciales tienen anuncios de madera y cumplen con el tamaño que les exige la ley. Aquí en Acaponeta, como el entorno está ya muy dañado, cualquiera pone y quita y ni con el diablo se desquita, tal como al parecer hicieron los encargados de Banorte.

Farmacias del Ahorro, es una empresa poderosa, pero en Valle de Bravo, se ajusta a los reglamentos...¿aquí por qué no? Hasta los señalamientos de la autoridad se ajustan a los lineamientos.

Ojala la autoridad municipal, la de hoy, y  la que entra en septiembre, hagan valer los reglamentos que ellos mismos autorizan y publican, para darle a Acaponeta el valor agregado que da un Centro Histórico bello, conservado y digno de presumir ante los visitantes.