Por: Georgina Morales
La
excesividad de compromisos que hacemos y tenemos, muchas veces nos encierra en
una rutina. Cuando tenemos “agenda llena” nos sentimos ocupados y hasta cierto
grado importantes. Ya hemos discutido sobre la productividad y eficiencia de
nuestras actividades. Esta vez hablaremos sobre el ocio y
el tiempo libre.
El
tiempo libre es confundido con la pereza. La gente que tiene mucho tiempo libre
es comúnmente tachada de “floja”. Sin embargo, nunca nos hemos preguntado, por
qué o cómo es que lo tienen. En todo lo que hacemos debe existir un balance; ni
“muy, muy, ni tan, tan”. Lo mismo
pasa con nuestra vida. Debemos mantener un balance entre el tiempo de
actividades de todo tipo, y las personales.
Con
nuestra agenda llena, nos olvidamos de la única persona que en verdad nos debe
importar más que todas: nosotros mismos. El tiempo con nosotros mismos, es
igual de valioso que el que dedicamos a nuestros amigos y familiares, y a las
actividades laborales. Es importante tener ese tiempo a solas con uno para
reflexionar.
Nunca
terminaremos de conocer a una persona, y tampoco a nosotros mismos. Todos los
días aprendemos y conocemos nuevas personas y cosas. Si no tenemos ese tiempo
para nosotros, será difícil dedicárselo a alguien más. Ese momento con uno
mismo es valioso y necesario para nuestra salud y bienestar.
G
@Georginna_M
gina.m88@gmail.com
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