DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Vaya mitotazo que se ha armado con el tema de los trinches congresistas gringos del lado republicano, hijos putativos de donald trump (siempre con minúsculas), quienes han propuesto, sobre todo un babotas texano, que fuerzas armadas de los güeros, entren a nuestro país a combatir al crimen organizado, especialmente al narco a los que califican de terroristas. 

Dan Crenshaw

El tarambana con botas y parche en el ojo cual pirata tiene por nombre Dan Crenshaw, quien ya con los marines metidos hasta la cocina nacional se haría de Sonora o la península de Baja California, territorios mexicas a los que siempre han ambicionado “los primos”, ya que no se conforman con habernos quitado Texas, California con todo y Disneylandia; Arizona, Nuevo México, Nevada con los casinos de Las Vegas; Kansas, Oklahoma, Utah y partes de Colorado…nomás 2 millones 400 mil kilómetros cuadrados, o sea, más de la mitad de tierras, ríos, lagos, minas y petróleo de lo que actualmente tenemos. 

Por supuesto, siendo mi presidente Andrés Manuel López Obrador un genio en el arte de promocionarse y politizar hasta el leve aleteo de una mariposa, montó en cólera y se engalló contra las aspiraciones colonialistas de un congresista que no pinta para nada en el medio político gringo. AMLO, como si fuera un pleito de barriada, amenazó al bruto corsario de mover los hilos para que ningún mexicano radicado en EEUU, votara por el partido republicano en la siguiente contienda electoral, lo que no preocupó al tuerto personaje allende la frontera y le reviró a mi abuelito Andrés, convirtiendo “el diálogo” en pleito de verduleras, sacando la mayor raja política el mexicano que le lleva un mundo y medio de diferencia al gabacho legislador en materia de promoción y publicidad. 

Tanto que sus lamebotas del congreso mexica, ya dan por hecho un conflicto bélico con los güeros del norte, ellos con portaaviones y bombas nucleares, nosotros con trajineras de Xochimilco y bombas yucatecas; por lo que se rasgaron las vestiduras como hacen siempre cuando alguien toca a su líder. 

Yo solo agregaría que este despistado tuerto es más hipócrita que Paty Chapoy, pues pareciera que los malos de la película somos nosotros los prietos de la frontera sur, y que allá, en la tierra de Al Capone, Bonnie & Clayde, Buffalo Bill, Sam Giancana y donald trump y otras alimañas, todos son unas blancas palomas, que no existen allá capos ni narcos; que la droga llega a las calles norteamericanas y solita se distribuye. No se acuerda este torcido y rijoso filibustero, que ellos son los que ponen las armas para que, en nuestras tierras, se asesinen a diario unas 70 personas. Ellos ponen los drogos y mariguas, nosotros los muertitos. Es una lucha desigual, pero los estadounidenses se llevan el oro en la olimpiada de la hipocresía.

DE DULCE:   En junio de 2019, apenas seis meses de iniciado su desilusionante gobierno, AMLO dijo en su infame mañanera, que en esa ocasión la difundió desde Ecatepec en el EdoMex; el mandatario dijo lo siguiente: “No crean que tiene mucha ciencia el gobernar. Eso de que la política es el arte y la ciencia de gobernar, no es tan apegado a la realidad”. Y continuó: “La política tiene más que ver con el sentido común, que es el más común de los sentidos”. Y siguió con su acostumbrada perorata y la ofensa cotidiana a algún periodista u organismo autónomo. 

 

Hoy —viernes 17 de marzo de 2023— o sea 45 meses después oigo —no sin asombro— la casi inevitable mañanera en turno. Y me doy cuenta que mi abuelito Andrés, tiene razón, no tiene ciencia ni chiste gobernar, pues dedicó, ahora desde su tierra natal Tabasco, un improvisado informe del estado que guarda la nación y a mi juicio todo se le fue en mentiras, verdades a medias y deseos frustrados.

 López Obrador ve desde su palacio maravilloso que es la casona nacional un México que nada tiene que ver con la realidad. O por lo menos con la realidad de nosotros los tristes mortales que, a diferencia de él, hacemos milagros con el presupuesto familiar, porque nosotros sí tenemos que pagar todo y AMLO no paga nada. Privilegios en el Monte del Olimpo. 

Dijo el mandatario que todo está bien. Un país en jauja y con una economía boyante, inversiones como nunca; presumiendo una moneda —el peso— que no sufre depreciación, aunque no alcance para maldita la cosa. Tuvo el descaro mi presidente de decir, sin rubores ni vergüenza, que en materia de seguridad “íbamos” definitivamente a la baja, cuando sabemos que diariamente son asesinados 70 seres humanos en las calles del país y que, tan solo en su gobierno ya perdimos la cuenta de los asesinados y desaparecidos en una ola de violencia que solo ocurre en la realidad nacional, y no en el país de las maravillas donde habita el tabasqueño. 

Sí, tiene razón, es muy fácil gobernar y dar cifras mentirosas o maquilladas y que su sentido común ha desaparecido para dejar el lugar al sentido del humor. No somos nada.

DE MANTECA: Es común y no sé en realidad por qué, será cuestión de la naturaleza humana, que nos sintamos orgullosos de algo y hasta pregonemos presuntuosamente los logros o los personajes de nuestro Estado. No suenen las notas de “Mi Lindo Nayarit” porque se suelta la grita y hasta hacemos tronar los envases de cerveza contra las mesas, dando rienda suelta a nuestro corazoncito nayarita y nos entra y se posesiona de nosotros el espíritu del mismísimo Rey Cora. 

En cuanto tenemos oportunidad nos ufanamos ante los demás por las virtudes y privilegios de la patria chica, que incluye por supuesto la gastronomía, sus bellos lugares, los héroes que ascendieron al Olimpo Patrio, su música, el clima, las playas, las flores, una Riviera que muchos de la zona norte vemos lejana, las artesanías, la hermosura de sus mujeres y por supuesto a sus personajes más relevantes.  

Funerales de Amado Nervo

Sin embargo, en muchas ocasiones, solo sabemos que “esas cosas existen” –lo digo entrecomillado, porque las personas y los héroes no son cosas--, pero que en realidad no tenemos idea de sus logros o situaciones especiales; me explico. Sabemos que Amado Nervo, fue un gran poeta y hasta algunos somos capaces de declamar fragmentos del famoso poema “En Paz” u otros. 

Todos hemos presumido al bardo Amado Nervo, pero en realidad ¿lo conocemos a fondo, ¿deveras sabemos de su vida y su obra? ¿Hemos leído su lado periodístico? ¿Tenemos idea de la fama que creó? ¿Conoces tú los lugares donde dejó huella? ¿lo trascendente de su tarea diplomática? ¿Sus ensayos y hasta sus notas rosas de la sociedad de su época?

No es menester saberlo todo, claro que no, para eso tenemos a los expertos en cada materia y si acaso corresponderá a cada uno de nosotros interesarse un poco más en cada tema. Alguien me enseñó alguna vez que en la vida hay que saber todo acerca de algo y algo acerca de todo. 

Hablando sobre la fama que alcanzó Amado Nervo, solo diré que era extraordinariamente enorme para un mexicano poeta y nos parece más grande aún, cuando hoy en el siglo XXI, los bardos se mueren de hambre y son materialmente despreciados por todos. Diríamos que en estos tiempos la fama, y más la de un poeta, es tan solo pobreza de oro cubierta, y más si usamos los estándares modernos, donde la fama se mide por el número de gente que metía Juan Gabriel o Luis Miguel al Auditorio Nacional, o el número de palenques que lleva a cabo Ninel Conde en un año, pero en Nervo la fama trasciende todo lo hasta hoy imaginado, pues me cuesta pensar que Nervo, el nayarita que tanto presumimos y del que hemos hecho infinidad de bustos, estatuas y homenajes, al morir, el 24 de mayo de 1919, siendo Jefe de la Misión Diplomática de México en Uruguay, regresa a la patria con todos los honores de un hombre de Estado. 

Su cuerpo a bordo de un barco uruguayo y acompañado por el presidente de ese país Don Baltasar Brum, quien encabezó las exequias, partió rumbo a tierra azteca para llevar a casa al periodista, ensayista e intelectual tepicense, escoltado por fragatas argentinas y cubanas, que lo protegieron hasta el propio puerto de Veracruz, donde una multitud mexicana esperaba al eminente personaje. Para darnos una idea, más de 300 mil personas acudieron a los funerales y prácticamente le hicieron valla desde el puerto jarocho a la ciudad de México, y si ese número nos parece poco, habremos de decir que hablamos del año de 1919 y esa cantidad de personas representaba un tercio de la población de la capital mexicana. 

Todo ello, sin Facebook, Twitter o el canal de las Estrellas. Ya los quisieran algunos candidatos de hoy. Solo su poesía, su letra escrita y don de gente lograron algo que no se repitió y, toda proporción guardada, hasta el 15 de abril de 1957 cuando se vino abajo la avioneta del actor y cantante Pedro Infante, ídolo de ídolos y que también provocó tumultos cuando desfilaba rumbo al panteón Jardín de la Ciudad de México. Espero sus comentarios, sugerencias y datos interesantes al correo: jori.mosahi@gmail.com