ARTE PLUMARIO EN LA PRESIDENCIA MUNICIPAL

Existe en la oficina de la tesorería municipal un viejo y deteriorado cuadro elaborado a base de plumas donde una águila lleva los aros olímpicos de cabeza y tiene como fondo los colores de la bandera nacional. El cuadro tiene el encabezado “PRESIDENCIA MUNICIPAL ACAPONETA, NAYARIT  y en la parte de abajo se lee “México 68”.

No sabemos si este cuadro fue terminado antes o después de los graves sucesos de ese año que culminaron con muerte de quizá cientos de estudiantes en la trágica noche de Tlaltelolco, pero es un hecho que esta imagen es una protesta a los juegos olímpicos de ese año.

Según la información que pudimos encontrar es que esta pintura o arte plumario, ya muy deteriorado por el paso de los años fue elaborada por Gabriel Olay Olay y se donó a la presidencia municipal por el Sr. Francisco Juárez Munguía, de quien poco o nada sabemos, quizá alguno de nuestros lectores pueda aportar algún dato sobre esta persona.

El Sr. Olay Olay es un artista de la pluma que rescata ese arte a finales de los años 60. Actualmente su hijo el Sr. Guillermo Olay radicado en Michoacán, sigue la tradición y explica: «hubo una época, donde mi papá (don Gabriel) se quejaba, no había quien siguiera su escuela, quién iba continuar para no romper con la tradición, yo estaba dándole tiempo al tiempo, pero por el año de 1985 empezaba con la artesanía en pluma».

 Olay dijo que para empezar en el arte plumario primero se debe de saber pegar la pluma llamando artesanía, consideró «para ser doctor no cualquiera opera, algunas personas están atacando el arte plumario con pluma fina, algo que no se debe de hacer». 

La creación del arte en pluma 

«En el arte en pluma se dan tres temas; el prehispánico como los chimales, son temas de nuestra cultura, los clásicos como piezas que aún vienen de la conquista, que existen y se trata de apegarse al trabajo que se realizó, el religioso, es un tema principal en la conquista dentro de la escuela de artes y oficios de Vasco de Quiroga de Tiripetío, actualmente sólo es el lugar, los almaquetas eran los que trabajaban la pluma», aportó Guillermo Olay. 

Así pues en nuestra ciudad existe este viejo cuadro que se puede aún apreciar en la tesorería de Acaponeta. Es interesante saber también que el origen del arte plumario es tolteca, en Tula, Hidalgo, «y el gran iniciador es Quetzalcóatl, trasmitido para los aztecas», para el libro Crónicas de Machacan dice «se inventaron los tarascos cosas tan singulares como las han sido las de la pluma, cuya fábrica, invención y artificio, sin hinchazón ni pompa, se lleva consigo los encarecimientos que pudiera referir en aquella historia», para la conquista española, fray Vasco de Quiroga, recuperó piezas del arte trasladándose a Tiripetío, Michoacán, fundando la Escuela de Artes y Oficios de Vasco de Quiroga, «es donde se imparte el tema religioso, dejando atrás la cosmovisión indígena, con representaciones como Jesucristo o como la Sagrada Familia, tratamos del tiempo presente, después que vinieron nuestras imágenes, es cosa maravillosa con cuánta perfección se ejercitan en aquel sutil y para nosotros nuevo arte, digno de ser presentado a príncipes, reyes y sumos pontífices». 

En riesgo de extinción 

Analizando la situación del arte plumario ya casi se encuentra en extinción, «pasa por la ignorancia es la primera, un alto porcentaje del arte cree que es sacrificando a las aves, por ejemplo voy a una pajarería y compro algunos cardenales que cuestan alrededor de 250 pesos cada uno, y se gasta toda la pluma en un sólo trabajo, es razón porque la gente tiene un precio elevado, si realmente se realizara así, hay aves como la pluma de guacamaya cuesta entre 20 a 25 mil pesos, ese cuadro saldría entre 50 mil, mis cuadros se encuentran codiciados entre los 7 mil pesos».